Hipotermia perioperatoria Rev Chil Anest 2021
La hipotermia perioperatoria es una complicación frecuente de la anestesia general, pero que también se puede presentar en pacientes sometidos a anestesia regional. Se relaciona con un aumento significativo de la morbilidad y mortalidad perioperatorias, donde se han identificado complicaciones como aumento de la incidencia de infección del sitio quirúrgico, retardo de la cicatrización, alteraciones de la coagulación, aumento del sangrado quirúrgico, de los eventos cardiacos perioperatorios, disminución del metabolismo de drogas implicadas en la anestesia y sensación de gran incomodidad del paciente en el posoperatorio inmediato, por a presencia de calosfríos. La disminución de la temperatura central del paciente se debe a un combinación de eventos fisiológicos relacionados con el acto anestésico quirúrgico, con deterioro de las respuestas efectoras del hipotálamo tendientes a conservar calor, fenómenos distributivos de calor entre el compartimiento central y la periferia del propio paciente y pérdida de calor neta hacia un medio ambiente en general más frío, como lo es el pabellón quirúrgico.
El hecho de que la hipotermia sea muchas veces considerada una complicación no detectada del acto anestésico, se debe a que aún la monitorización regular de la temperatura no se considera un estándar básico de cuidado, pese a que en los últimos años han surgido nuevas guías y recomendaciones, que sugieren que ésta sea implementada en todo paciente en que se proyecte una duración de la cirugía mayor a 1 hora. Las medidas tendientes a mantener al paciente normotérmico, pueden ser clasificadas en pasivas, dentro de las cuales la más simple es cubrir al paciente el mayor tiempo posible durante su presencia en pabellón y activas, que son aquellas que transfieren calor al cuerpo, dentro de las cuales la más efectiva es el uso de mantas de calor convectivo. Recientemente, se ha sugerido que una de las estrategias eficientes para evitar la HPO es el precalentamiento del paciente, que permite que sus tejidos periféricos estén a mayor temperatura al momento de inducir la anestesia, sin embargo, la efectividad de esta medida debe ser evaluada con estudios prospectivos y aleatorizados más concluyentes. La hipotermia en el contexto del paciente de urgencia, si bien presenta las mismas características que en el paciente electivo, cobra mayor relevancia en tres escenarios clínicos: el gran quemado, el paciente en shock hemorrágico y el paciente politraumatizado, escenarios en que mantener al paciente normotérmico, implicará evitar una serie de complicaciones graves, que pueden incidir fuertemente en la mortalidad.