¿Cómo prevenir y manejar el delirium en pacientes ancianos hospitalizados para mejorar su independencia y reducir la morbimortalidad?
El delirium es una condición común y compleja que afecta a los adultos mayores hospitalizados y puede tener un impacto significativo en su independencia y en la morbimortalidad. Este artículo aborda la prevalencia, el diagnóstico y el impacto del delirium en los pacientes ancianos hospitalizados, así como los factores de riesgo y la necesidad de investigaciones adicionales en este campo.
El delirium se define como un estado de confusión aguda y fluctuante que se caracteriza por alteraciones en la conciencia, la atención y la cognición. Se han identificado diferentes subtipos de delirium, como el hipoactivo, el hiperactivo y el mixto, cada uno con características clínicas distintas. El diagnóstico del delirium puede ser desafiante debido a su presentación variable y a la superposición de síntomas con otras condiciones médicas. Sin embargo, es crucial identificar y tratar el delirium de manera oportuna, ya que puede tener consecuencias graves para la salud de los pacientes.
Existen numerosos factores de riesgo para el desarrollo de delirium en los pacientes ancianos hospitalizados. Estos incluyen factores predisponentes, como la edad avanzada, la presencia de enfermedades crónicas y la fragilidad, así como factores precipitantes, como la polifarmacia, la inmovilidad y las infecciones. Algunos de estos factores de riesgo son modificables, como el uso de medicamentos anticolinérgicos y benzodiacepinas, lo que sugiere que se pueden implementar estrategias de prevención para reducir la incidencia de delirium en esta población.
El delirium durante la hospitalización se asocia con complicaciones adicionales, como un mayor riesgo de caídas, úlceras por presión y desnutrición. Además, se ha observado que los pacientes con delirium tienen una mayor estadía hospitalaria, mayores costos de atención médica y una mayor necesidad de institucionalización al egreso.
En conclusión, el delirium en pacientes ancianos hospitalizados es una condición común y compleja que puede tener un impacto significativo en su independencia y en la morbimortalidad. Es crucial identificar y tratar el delirium de manera oportuna, implementando estrategias de prevención no farmacológicas y modificando factores de riesgo. Aunque existen diferentes subtipos de delirium, aún se requiere más investigación para comprender mejor su evolución y sus consecuencias a largo plazo. Además, se debe promover la educación del equipo de salud, la familia y los propios pacientes para mejorar la detección y el manejo de esta condición.