Evaluación paciente con trastorno marcha. Rev Hosp Clín Univ Chile 2010
La capacidad de locomoción en bípedo distingue a los seres humanos entre el resto de los seres vivos. La deambulación en dos pies libera nuestras extremidades superiores y nos permite realizar otras actividades de la vida diaria e interactuar con el medio que nos rodea. La alteración de la capacidad de marcha se puede complicar con caídas, es predictor de deterioro funcional, aumenta la morbilidad y contribuye al ingreso a residencias de larga estadía, principalmente en los adultos mayores. El trastorno de la marcha puede ocurrir en cualquier grupo etario; sin embargo, su prevalencia se incrementa en la tercera edad. Los adultos mayores son especialmente sensibles a disminuir su capacidad locomotora, iniciando de esta forma un progresivo deterioro del estado de funcionalidad física, psíquica y social. A los 60 años, un 15% de los individuos presentan alteraciones en la marcha, 35% a los 70 años y aumenta hasta cerca del 50% en los mayores de 85 años (1, 2,3). Las alteraciones de la marcha, a pesar de su prevalencia, no constituyen un motivo frecuente de consulta al médico general o al médico especialista y cuando los pacientes consultan, muchos médicos se sienten poco preparados para evaluar este problema. La evaluación de estos pacientes debe ser integral y muchas veces involucra la participación de un equipo interdisciplinario de profesionales. De esta forma, se puede iniciar una intervención oportuna que habitualmente tiene buena respuesta. Esta revisión pretende entregar al médico las bases fisiológicas, fisiopatológicas y clínicas para una correcta evaluación del paciente con trastorno de marcha.