Guías clínicas Diabetes Mellitus. José Javier Mediavilla. 2015
Se ha demostrado que un buen control glucémico mejora el pronóstico de los pacientes. El grado de beneficio es mayor para las complicaciones microvasculares, pero aparece también en las macrovasculares. El abordaje multifactorial de los factores que modifican la evolución de la enfermedad reduce la mortalidad cardiovascular y total. El parámetro de valoración del control glucémico por excelencia es la hemogloblina glucosilada (HbA1c). Las guías actuales aconsejan como parámetro de buen control de la diabetes mellitus (DM) una reducción de la HbA1c hasta aproximadamente el 7 %. Este sería un objetivo genérico para la mayoría de los pacientes adultos. La American Diabetes Association (ADA) aconseja un control más estricto (< 6,5 %) en algunos pacientes si se puede minimizar el riesgo de hipoglucemias y siempre estimando el riesgo/beneficio en función del tratamiento que sea necesario para conseguirlo. Se podría incluir en este grupo de control intensivo a los pacientes con DM de reciente comienzo, tratados solamente con cambios en el estilo de vida o metformina, esperanza de vida larga y sin enfermedad cardiovascular significativa.