Mecanismo de acción de las distintas familias de antihipertensivos. Martell. 2016.
Los diuréticos actúan aumentando la excreción de sodio y cloro por mecanismos diversos según su composición química. Producen una contracción del volumen plasmático y del líquido extracelular, con caída del volumen minuto cardíaco. Los mecanismos contrarreguladores humorales sistémicos (particularmente la hipersecreción de renina y aldosterona) e intrarrenales restablecen con relativa rapidez la estabilidad del balance de sodio, con disminución del volumen líquido corporal. Con el uso crónico, el volumen plasmático se normaliza parcialmente, pero, al mismo tiempo, disminuyen las resistencias periféricas, con lo cual se mantiene el efecto hipotensor. Existen varias clases de diuréticos. Los inhibidores de la anhidrasa carbónica no se utilizan en la hipertensión arterial (HTA) por su débil efecto. Tampoco los diuréticos osmóticos, por su forma de administración. Cualquiera de los otros tipos se puede emplear en un hipertenso sin complicaciones. No obstante, para evitar sus efectos secundarios, se recomienda que se use siempre la menor dosis posible. La clortalidona y la indapamida poseen mayor potencia antihipertensiva que la hidroclorotiazida en similares dosis y tienen mayor duración del efecto antihipertensivo.