Diagnóstico clínico en pacientes con anticuerpos antifosfolípidos positivos Actual. Med. 2020
Objetivo: Conocer la relación entre la presencia de tres anticuerpos antifosfolípido: el anticoagulante lúpico y los anticardiolipina de isotipo IgM e IgG con el desarrollo de eventos trombóticos y de alteraciones en la coagulación y analizar el entorno clínico en el que aparecen dichos anticuerpos.
Material y métodos: Estudio descriptivo transversal en el que se han analizado de forma retrospectiva, en 123 pacientes con resultados positivos para al menos uno de los anticuerpos antifosfolípido en estudio, sus alteraciones en la coagulación, si padecen o han padecido algún evento trombótico, y el entorno clínico en el que se presentan estos anticuerpos.
Resultados: El 52,1% de los pacientes con anticoagulante lúpico positivo presentan algún tipo de alteración en las pruebas de la coagulación, frente al 43,75% de los pacientes con anticardiolipina de isotipo IgG y el 24,64% de los pacientes con anticardiolipina de isotipo IgM. El anticuerpo más frecuente en los pacientes con síndrome antifosfolípido primario es el anticardiolipina de isotipo IgM, que aparece en el 75%, mientras que en el caso de los pacientes con síndrome antifosfolípido secundario a lupus eritematoso sistémico, el anticuerpo más frecuente es el anticardiolipina de isotipo IgG, el cual se detecta en un 46,7%. De los pacientes que sufrieron evento trombótico, en el 45,94% se detectó anticardiolipina de isotipo IgM, frente al 43,24% con anticoagulante lúpico, y únicamente en el 16,22% se observó la presencia de anticardiolipina de isotipo IgG.
Conclusiones: El anticuerpo antifosfolípido que altera en mayor medida las pruebas de coagulación es el anticoagulante lúpico. Los anticuerpos anticardiolipinas de isotipo IgM son los más frecuentes en síndrome antifosfolípido primario, mientras que los anticardiolipina de isotipo IgG se asocian en mayor grado a SAF secundario, especialmente en pacientes con lupus eritematoso sistémico. Los anticuerpos anticardiolipinas de isotipo IgM representan un mayor riesgo de padecer eventos trombóticos en pacientes con anticuerpos antifosfolípidos positivos.