Site icon OTEC Innovares Chile

«La Amenaza Silenciosa: Políticas Clave para Combatir la Resistencia Antimicrobiana en Centros de Cuidados Prolongados»

"La Amenaza Silenciosa: Políticas Clave para Combatir la Resistencia Antimicrobiana en Centros de Cuidados Prolongados"

La resistencia antimicrobiana en entornos hospitalarios es un desafío crítico que requiere un enfoque multifacético para su control. La literatura médica destaca varias estrategias clave para abordar este problema.

Primero, la prevención de infecciones es fundamental. Esto incluye medidas de control de infecciones como la higiene de manos, el uso de equipos de protección personal y la desinfección ambiental. Técnicas como la desinfección con luz ultravioleta o peróxido de hidrógeno han mostrado potencial para reducir la transmisión de organismos multirresistentes.[1]

El diagnóstico y tratamiento adecuado de las infecciones es otro componente esencial. La implementación de tecnologías de diagnóstico rápido puede ayudar a identificar patógenos resistentes de manera más eficiente, permitiendo un tratamiento más dirigido y reduciendo el uso innecesario de antibióticos.[2]

El uso prudente de antimicrobianos es crucial para minimizar la presión selectiva que conduce a la resistencia. Los programas de administración de antimicrobianos (antimicrobial stewardship) son efectivos para optimizar el uso de antibióticos, mediante auditorías prospectivas y retroalimentación, restricciones de formularios y sustituciones terapéuticas.[3-4] La restricción del uso de cefalosporinas de tercera generación y fluoroquinolonas, en favor de combinaciones de beta-lactámicos/inhibidores de beta-lactamasa, ha mostrado ser beneficiosa.[5]

Finalmente, la prevención de la transmisión de organismos resistentes es vital. Esto incluye el aislamiento de pacientes colonizados o infectados con organismos multirresistentes y la vigilancia continua para detectar brotes.[6-7]

En resumen, el control de la resistencia antimicrobiana en hospitales requiere una combinación de prevención de infecciones, diagnóstico y tratamiento adecuados, uso prudente de antimicrobianos y medidas para prevenir la transmisión. La implementación de estas estrategias puede ayudar a mitigar el impacto de las infecciones resistentes en el entorno hospitalario.

 

Referencias

 

1. SHEA/­APIC Guideline: Infection Prevention and Control in the Long-Term Care Facility.

Smith PW, Bennett G, Bradley S, et al. American Journal of Infection Control. 2008

2. SHEA/­APIC Guideline: Infection Prevention and Control in the Long-Term Care Facility, July 2008.

Smith PW, Bennett G, Bradley S, et al. Infection Control and Hospital Epidemiology. 2008

3. Disparity of the "Screen-and-Isolate" Policy for Multidrug-Resistant Organisms: A National Survey in French Adult ICUs.

Coppéré Z, Voiriot G, Blayau C, et al. American Journal of Infection Control. 2018

4. Impact of a Targeted Isolation Strategy at Intensive-Care-Unit-Admission on Intensive-Care-Unit-Acquired Infection Related to Multidrug-Resistant Bacteria: A Prospective Uncontrolled Before-After Study.

Ledoux G, Six S, Lawson R, et al. Clinical Microbiology and Infection : The Official Publication of the European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases. 2016

5. Limiting the Spread of Multidrug-Resistant Bacteria in Low-to-Middle-Income Countries: One Size Does Not Fit All.

Saliba R, Zahar JR, Dabar G, et al. Pathogens (Basel, Switzerland). 2023

 

Exit mobile version