Futuro de la Enfermería Oncológica: Innovación y Atención Centrada en el Paciente
En la atención oncológica, las funciones de la enfermería de práctica avanzada (EPA) han evolucionado significativamente, impulsando la innovación y mejorando la calidad de la atención centrada en el paciente. Este artículo examina el papel crucial de las enfermeras de práctica avanzada, específicamente las especialistas clínicas (CNS) y las enfermeras practicantes (NP), en el contexto de la atención oncológica, destacando su impacto en el acceso equitativo y la calidad del servicio de salud.
Rol de la Enfermería de Práctica Avanzada en la Oncología
Las enfermeras de práctica avanzada no son nuevas en la atención oncológica. Han estado presentes en países de altos ingresos y de habla inglesa durante más de 60 años. Sin embargo, su integración en los sistemas de atención oncológica ha sido lenta, obstaculizada por barreras políticas y la protección de territorios por parte de los médicos. A pesar de estas dificultades, la evidencia internacional respalda la efectividad de las EPA para mejorar la salud de las personas y la experiencia en la atención, así como para reducir el uso de servicios de salud y los costos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha abogado por que todos los países, especialmente aquellos de ingresos bajos y medios, implementen estrategias nacionales para fortalecer su fuerza laboral de enfermería, incluyendo el desarrollo de roles de EPA en áreas especializadas como la atención oncológica. Para ser efectivas, estas estrategias deben enfocarse en integrar a las enfermeras en las políticas de salud y en roles de liderazgo en la atención oncológica, establecer políticas regulatorias que optimicen el uso de la experiencia avanzada en enfermería e invertir en la educación y en posiciones financiadas de EPA para satisfacer las necesidades de atención oncológica.
Innovación en la Atención Oncológica
La integración de las EPA en la atención oncológica ha permitido la implementación de intervenciones novedosas, como la salud de precisión y las medidas de resultados informados por los pacientes (PROM). Las EPA juegan un papel crítico en la coordinación y gestión de pacientes que reciben terapias avanzadas como la terapia con células CAR-T. Este tratamiento, inicialmente investigacional, se ha convertido en un estándar de atención para ciertas poblaciones hematológicas malignas, gracias en gran parte a la intensa coordinación y gestión proporcionada por las enfermeras de práctica avanzada.
Además, las EPA han sido esenciales para mejorar el acceso a nuevas terapias y la calidad de la atención para personas con condiciones hematológicas malignas complejas. A través de un enfoque holístico, centrado en el paciente y orientado a la salud, las EPA mejoran la evaluación y gestión de síntomas en el cuidado de personas que reciben tratamientos oncológicos avanzados.
Equidad en la Atención Oncológica
El potencial de las EPA para lograr la equidad en la atención oncológica es significativo. En países de ingresos bajos y medios, las EPA pueden revolucionar la atención de enfermería pediátrica para niños y jóvenes desatendidos y sus familias. La magnitud de la inequidad en términos de acceso a la atención y resultados de salud es abrumadora, al igual que las barreras para la introducción de roles de EPA en estos países.
Además, las EPA tienen un papel crucial en cerrar la brecha en las disparidades de salud entre personas transgénero/diversas y la población cisgénero, a través de prácticas de prevención y detección del cáncer culturalmente seguras. Las EPA están bien situadas en entornos de atención primaria y oncológica para promover la detección temprana y la prevención del cáncer en personas transgénero/diversas, que pueden ser una población en riesgo.
Planificación y Desarrollo de la Fuerza Laboral de EPA
La planificación y el desarrollo sistemático de la fuerza laboral de EPA son fundamentales para transformar la prestación de servicios oncológicos en todo el mundo. Las EPA sirven como líderes clínicos, guiando equipos, proporcionando defensa y fomentando la innovación en las iniciativas de atención sanitaria. El rol de investigadora de las EPA no solo mejora el crecimiento profesional, sino que también impulsa la práctica basada en la evidencia y la ciencia de la enfermería, elevando la calidad de la atención oncológica y los resultados para las personas.
Los estudios de fuerza laboral de EPA pueden identificar necesidades de desarrollo de roles e informar la planificación de recursos humanos de salud para mejorar el despliegue de las EPA en poblaciones de cáncer de alta necesidad e incidencia en todas las jurisdicciones y en entornos de práctica más variados. Además, la revisión de alcance destaca las variaciones extensivas en los títulos y la implementación de roles de EPA en diferentes países, lo que resulta en confusión de roles y subutilización de la experiencia de EPA. Es necesario mejorar las políticas de fuerza laboral de EPA para clarificar los roles y estandarizar la acreditación de los roles de EPA en la atención oncológica.
Conclusión
Las enfermeras de práctica avanzada tienen un valor añadido significativo en la atención oncológica desde una perspectiva global. Han impulsado y seguirán impulsando los límites para mejorar el acceso equitativo a una atención oncológica de alta calidad y para lograr mejores resultados de salud para las personas. Las inversiones en educación, políticas, prácticas e investigación de EPA son necesarias para integrar plenamente los roles de EPA en los sistemas de atención oncológica. El liderazgo proporcionado por las EPA para abogar e implementar estas inversiones será un ingrediente crítico para el desarrollo continuo del rol y la planificación mejorada de la fuerza laboral para abordar las necesidades evolutivas de la atención de enfermería oncológica en todo el mundo.