Menopausia y factores de riesgo cardiovascular en mujeres chilenas Rev Med Chile 2020
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define menopausia como el cese permanente de la menstruación espontánea tras un período de doce meses. La mayoría de las mujeres comienzan este proceso entre los 49 y 52 años aproximadamente y se correlaciona, principalmente, con el cese de producción de ovocitos y cambios en su ciclo menstrual. En este contexto, y considerando que la esperanza de vida de las mujeres supera los 80 años en muchos países, la mayoría de ellas vive más de un tercio de sus vidas en un estado postmenopáusico, con las implicancias en su salud que esto conlleva. En Chile, el Censo 2017 identifica que 51% de la población es de sexo femenino y, según la Encuesta Nacional de Salud
2016-2017 (ENS 2016-2017), aproximadamente 1,3 millones de mujeres entre 45 y 64 años cursan con menopausia. Además, se estima que para el año 2050, la esperanza de vida de las mujeres sea de 87,8 años, representando la población mayor de 65 años el 25% total de la población. Esto significa que el número de mujeres en esta etapa aumentará exponencialmente. La menopausia provoca una modificación en la composición corporal, con pérdida de masa magra y aumento de masa grasa, junto con cambios hormonales, que incluyen la reducción drástica de hormonas ováricas. Además, se produce una redistribución de la grasa corporal caracterizada por una reducción de la grasa subcutánea e incremento de la grasa visceral intraabdominal. El mecanismo que relaciona la obesidad abdominal con enfermedades metabólicas presentes en esta etapa del ciclo vital estaría determinado por la alteración en la secreción de las adipocinas, gatillando una inflamación crónica. Además, se observa una reducción de los niveles de hormonas femeninas, especialmente el estrógeno y, en consecuencia, un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV). A nivel mundial, se estima que 8,6 millones de mujeres mueren cada año por ECV, lo que representa un tercio de todas las muertes en este grupo de la población. El aumento de la esperanza de vida implica un aumento del número absoluto de las muertes por ECV en las mujeres, lo que significa que la menopausia podría considerarse como un factor de riesgo de ECV. La menopausia, como sus manifestaciones metabólicas, puede aumentar el riesgo de presentar estrés oxidativo, aumentando el riesgo de desarrollar estados inflamatorios y enfermedades crónicas tales como: síndrome metabólico (SM), hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus tipo 2 (DM2), enfermedad renal crónica, ECV y dislipidemia. Sin embargo, es más probable que el aumento del estado oxidativo de la menopausia se deba a los mayores niveles de adiposidad en mujeres con esta condición y no a la menopausia por si sola. Considerando el actual perfil epidemiológico chileno, donde se estima que hay 2.112.987 de mujeres con menopausia, y que este número aumentará debido al envejecimiento de la población, lo cual podría tener importantes repercusiones en el aumento de ECV, el objetivo de este estudio fue determinar la asociación entre menopausia y factores de riesgo cardiovascular en mujeres adultas chilenas utilizando datos de la ENS 2016-2017.