Ventilación mecánica compartida: ¿Una herramienta fútil o una estrategia aceptable para superar la crisis? Rev Chil Anest 2020
Diferentes eventos pueden desencadenar crisis sanitarias, donde la demanda excede la capacidad de respuesta del sistema de salud. En el contexto actual de la pandemia de COVID-19, una arista de esta demanda puede ser la necesidad de soporte ventilatorio. Dentro de las posibles estrategias para afrontar el problema, surge la posibilidad de utilizar un único ventilador para dar soporte a más de un paciente hasta que lleguen los recursos adecuados. Este trabajo pretende revisar la evidencia disponible, exponer los fundamentos físicos de su funcionamiento y llamar la atención sobre las advertencias.
Ante situaciones de sobrecarga sanitaria, dependiendo de la causa, puede aumentar la demanda de ventilación mecánica a tal punto que la capacidad de respuesta del sistema sanitario sea insuficiente. Dado el caso, pueden plantearse dos estrategias alternativas: disminuir esta demanda o bien aumentar la capacidad ventilatoria del sistema de salud. En el primer caso, se puede aplicar una terapia más restrictiva para el acceso a la ventilación mecánica o incluso derivar pacientes a otras instituciones (en situaciones de colapso sanitario esta alternativa es poco realista). En el segundo caso, aparecen opciones como la ventilación manual (bagging), la adquisición de nuevos ventiladores o una opción poco explorada: compartir la ventilación mecánica (un ventilador con más de un paciente). Esta opción se experimentó en Italia y España ante el colapso del sistema de salud durante la actual pandemia de COVID-19.
Es claro que este tipo de estrategia ventilatoria no se presenta como una opción superadora para el soporte de pacientes críticos, sino como una opción que podría mitigar el daño por una desproporción en la oferta/demanda de la ventilación mecánica. Se presenta, a priori, como una estrategia puente hasta la llegada de los recursos apropiados, que concedería tiempo a pacientes que sin soporte ventilatorio no podrían sobrevivir. En el campo de la ética existen criterios que difieren en la selección de pacientes que deberían recibir el cuidado a expensas de limitárselo a otro paciente, particularmente en este caso el personal sanitario se enfrentaría al principio del mal menor. Entonces, las preguntas esenciales son, si frente a un escenario en donde un paciente necesita ventilación mecánica y no hay ventiladores disponibles, ¿conectarlo en paralelo a otro paciente bajo un único ventilador genera menos daño que no hacerlo?; ¿se debe limitar o compartir la ventilación mecánica? Esta revisión pretende analizar el “estado de arte” de esta posibilidad, presentar el modelo físico de su funcionamiento, describir su dinámica y llamar la atención sobre las advertencias.