🩺 Vasopresores e inotrópicos en shock cardiogénico: lo que debes saber hoy
El shock cardiogénico es una de las emergencias cardiovasculares más complejas y con mayor mortalidad en la práctica clínica. Se produce cuando el corazón no puede mantener un gasto cardíaco suficiente para satisfacer las demandas metabólicas del organismo, desencadenando una cascada de hipoperfusión y disfunción multiorgánica.
En este contexto, el manejo farmacológico es fundamental para estabilizar al paciente en la fase aguda. Los vasopresores y los inotrópicos cumplen un rol central en este proceso, aunque su uso debe ser cuidadoso y siempre ajustado a la respuesta clínica.
Los vasopresores, como la noradrenalina, se utilizan para restaurar la presión arterial y mejorar la perfusión tisular. Actualmente, la noradrenalina es considerada el agente de primera línea, debido a su perfil hemodinámico favorable y menor riesgo de provocar arritmias en comparación con otras opciones. El objetivo es lograr una presión arterial media adecuada para mantener la perfusión de órganos vitales, sin comprometer aún más la función cardíaca.
Por otro lado, los inotrópicos como dobutamina y milrinona se emplean para mejorar la contractilidad del miocardio, especialmente en pacientes con bajo gasto cardíaco. Su uso debe ser individualizado, teniendo en cuenta factores como la presión arterial basal, la función renal y el riesgo de arritmias.
Un aspecto crítico en el manejo del shock cardiogénico es encontrar el equilibrio entre el soporte hemodinámico y los posibles efectos adversos de estos fármacos. El uso excesivo de vasopresores o inotrópicos puede aumentar el consumo de oxígeno miocárdico y generar arritmias, complicando aún más el cuadro clínico.
Además, en los últimos años ha aumentado el uso de dispositivos de asistencia circulatoria mecánica en combinación con soporte farmacológico. La integración de estas estrategias ofrece nuevas posibilidades para el manejo de pacientes en estado crítico, aunque se requieren más estudios para optimizar su uso combinado.
En definitiva, el tratamiento del shock cardiogénico exige un enfoque dinámico, individualizado y basado en la mejor evidencia disponible. El conocimiento profundo de los mecanismos de acción y los perfiles de riesgo de los vasopresores e inotrópicos es esencial para mejorar los resultados en este escenario clínico tan desafiante.
Fuente: Bloom, J.E., Chan, W., Kaye, D.M., & Stub, D. State of Shock: Contemporary Vasopressor and Inotrope Use in Cardiogenic Shock. Journal of the American Heart Association, 2023.