🔎Disfagia en UCI: 5 claves para su manejo efectivo y seguro
📌 Introducción
La disfagia en pacientes de unidades de cuidados intensivos (UCI) es una complicación frecuente pero subestimada, que puede derivar en neumonía por aspiración, malnutrición, prolongación de la estancia hospitalaria y aumento de la mortalidad. Estudios recientes muestran que hasta el 41% de los pacientes extubados desarrollan disfagia post-extubación, y un 36% presenta aspiración silente. A pesar de estos datos, la detección y el tratamiento son inconsistentes: solo un 28% de las UCI a nivel internacional utilizan protocolos específicos. Este artículo sintetiza las recomendaciones de un panel multinacional de expertos para guiar a los profesionales de la salud en la detección temprana, evaluación precisa y tratamiento integral de la disfagia en UCI, integrando estrategias basadas en la evidencia y tendencias terapéuticas emergentes.
1️⃣ Evaluación sistemática desde el inicio
El manejo efectivo de la disfagia comienza con la implementación de protocolos de cribado sistemático en todos los pacientes de UCI que cumplan criterios clínicos para la prueba. Herramientas validadas como el Yale Swallow Protocol, el Gugging Swallowing Screen (GUSS-ICU) o el Volume-Viscosity Swallow Test permiten detectar de forma temprana alteraciones en la deglución. La evaluación debe incluir la historia clínica, el examen orofacial y, cuando esté indicado, pruebas instrumentales como la endoscopia flexible de la deglución (FEES), preferida en UCI por su viabilidad a pie de cama. La detección precoz no solo reduce complicaciones, sino que también permite iniciar intervenciones personalizadas antes de que se produzcan eventos adversos graves.
2️⃣ Enfoque multidisciplinario coordinado
La evidencia respalda la formación de equipos especializados en disfagia, integrados por intensivistas, fonoaudiólogos, otorrinolaringólogos, enfermeras y nutricionistas. Este enfoque garantiza evaluaciones consistentes y un plan de intervención adaptado a las necesidades individuales. Además, fomenta la comunicación entre disciplinas para ajustar las estrategias de tratamiento en función de la evolución clínica. La coordinación es especialmente relevante en pacientes con traqueostomía o tras intubaciones prolongadas, donde el riesgo de disfagia y aspiración es significativamente mayor.
3️⃣ Estrategias compensatorias y dietéticas
En pacientes con capacidad limitada de deglución, la modificación de la textura de los alimentos y líquidos siguiendo la clasificación IDDSI, junto con cambios posturales (como el chin tuck) y maniobras compensatorias (como la deglución supraglótica), puede mejorar la seguridad alimentaria. Estas estrategias, aunque no restauran la función fisiológica de la deglución, son clave para reducir el riesgo inmediato de aspiración. Su eficacia depende de la adherencia del paciente y de la supervisión continua del equipo tratante.
4️⃣ Intervenciones rehabilitadoras específicas
Cuando el estado clínico lo permite, se recomiendan terapias que mejoren la fisiología de la deglución, como los ejercicios de fortalecimiento lingual o el entrenamiento de la musculatura respiratoria (RMST). Estas intervenciones han demostrado beneficios en la eficacia de la tos, la progresión hacia la vía oral y la reducción del tiempo de ventilación mecánica. Además, técnicas de neuromodulación como la estimulación eléctrica faríngea (PES) han mostrado evidencia sólida para acelerar la decanulación y mejorar la recuperación funcional, especialmente en pacientes neurológicos y críticos.
5️⃣ Seguimiento y reevaluación continua
La disfagia en UCI es dinámica y puede cambiar con el curso clínico del paciente. Por ello, es esencial un seguimiento estrecho con reevaluaciones periódicas, especialmente tras cambios significativos en la condición médica. La progresión del plan terapéutico debe adaptarse a la respuesta del paciente, considerando la transición hacia una dieta oral completa o la necesidad de mantener intervenciones compensatorias. El objetivo final es alcanzar la máxima independencia alimentaria y reducir riesgos a largo plazo.
📌 Conclusión
La disfagia en pacientes de UCI es un desafío clínico con implicaciones críticas para la recuperación y supervivencia. La implementación de protocolos sistemáticos de cribado, la coordinación multidisciplinaria, el uso de estrategias compensatorias, la aplicación de intervenciones rehabilitadoras basadas en la evidencia y el seguimiento continuo conforman un abordaje integral que mejora la seguridad y los resultados clínicos. Usted, como profesional de la salud, tiene en sus manos la posibilidad de transformar la calidad de vida y el pronóstico de estos pacientes al aplicar estas recomendaciones de manera consistente y temprana.